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Los ángeles de Juan Carlos Armas ponen brillo a la inauguración de ECLA

Al son de melancólicas canciones mexicanas, las divas del diseñador Juan Carlos Armas cubrieron de flores y fantasía la inauguración del Espacio Cultural Los Ángeles (ECLA) en el municipio tinerfeño de Güímar. Una pasarela en plena calle que, ante la restaurada sede del antiguo Cinema Los Ángeles, se transformó el pasado sábado en un onírico desfile en homenaje a la pintora Frida Khalo, la cual inspira la nueva colección de fiesta y ceremonia 2018 del creador canario.

Tras ver la luz el pasado abril en la pasarela Costura España de Madrid, la fuerza y el color de México, país que inspira la propuesta, se presentó al completo por vez primera en la tierra natal del diseñador, convirtiendo la calurosa noche en un derroche de brillo y pedrería envuelto en la elegancia y glamour de los imponentes vestidos de la firma.

Juan Carlos Armas rinde un particular homenaje a la embajadora por excelencia del país azteca, Frida Khalo, con una colección sublime que se encuentra a medio camino entre el pret-a-porter y la Alta Costura. En esta ocasión, ha querido dar máxima importancia al patronaje, a los cortes y a la calidad, construyendo vestidos muy femeninos en los que predominan las siluetas sirena o los guiños a los vestidos tradicionales de la mujer mexicana.

Flores, mariposas, plumas y ricos brocados juegan a diferentes alturas a construir glamour repleto de color, en prendas sofisticadas y seductoras que reviven la magia de una aguja con 30 años de experiencia en el mundo de la moda.

De esta forma, el diseñador, cuya firma está adscrita a Tenerife Moda, se aleja de las estridencias, presentando diseños muy bien estudiados pero sin dejar de lado los característicos trajes joya que definen el nombre de Juan Carlos Armas, y en los que juega con contrastes, volúmenes y superposiciones para crear combinaciones deslumbrantes llenas de detalles como encajes, transparencias y flores en relieve que representan el temperamento del arte de los grandes talleres mexicanos, con los bordados como protagonistas.

Una colección donde sedas, gasas, tules y chantilly, además de encajes, y brocados, rematados con puntillas y efectos traslúcidos, construyen siluetas repletas de encanto entre cortes en los escotes, además de las espaldas, que tienen un protagonismo especial en los diseños de esta propuesta. Líneas depuradas, en construcciones de pinzados y pliegues donde cobra valor el corte a la cintura y las faldas de pinzas bastante amplias.

Cinturas entalladas al cuerpo, con acabado de microcristales que dan forma a vestidos elaborados de forma artesanal, con una esencia glamurosa y femenina, donde tienen importancia los trajes cortos, cada vez más solicitados. Una apuesta que estiliza la figura entre aires románticos pero llena de dramatismo.

En cuanto a la gama de colores, el diseñador se decanta en esta ocasión por los empolvados. Tonos suaves, nude y rosas, aunque también con tonos más quemados, dorados, plateados y rojos. Por supuesto el blanco y negro, que aparecen en muchas partes de la colección, ya sean juntos o separados. En las tonalidades también hay toques metálicos en color oro y plata en algunos detalles.

Ángeles con guiños a Jalisco  bajo un estilismo que corre a cargo de Karmas, marca en la que también se integra Juan Carlos Armas para dar vida a complementos espectaculares y tocados deslumbrantes. Asimismo, en la parte de joyería, las argollas canarias del artesano Juan Gil han cubierto de sofisticada plata tallada el sueño de Frida.

Texto: Mónica Ledesma.
Fotos: Martín J. Esquivel.

 

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