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El vestido nupcial de Lady Di se exhibe por vez primera en Londres

La familia real británica ha salido del armario, aunque en el sentido literal de la expresión, ya que el pasado 3 de junio se ha inaugurado la exposición temporal Royal Style in the Making (Creando el estilo real) en el Palacio de Kensington (Londres), donde se rescatan del olvido piezas icónicas del guardarropa real, como el vestido de novia de la princesa Diana de Gales, una prenda cuyos diseñadores lucharon por mantener en secreto hasta el día de la boda.

Con las cortinas bajadas y envueltos en un halo de misterio, los estilistas Elizabeth y David Emanuel confeccionaron en su estudio el vestido nupcial de Lady Di, ataviado con una cola de más de siete metros de largo, la más extensa en la familia real británica, e incrustaciones de lentejuelas, que cubrió el pasillo de la Catedral de San Pablo y que sigue siendo, hoy en día, la cola de vestido nupcial más larga en la historia real.

El vestido, cedido por los hijos de Diana, los príncipes Guillermo y Enrique, presenta un corpiño ajustado superpuesto en el centro, tanto en la parte delantera como en la espalda, con paneles de encaje Carrickmacross antiguo que originalmente pertenecía. a la reina María, bisabuela del novio, el príncipe Carlos. Un diseño con escote abierto en caja y grandes mangas abullonadas adornadas con lazos y profundos volantes de tafetán, con el que Diana popularizó su estilo propio a principios de la década de 1980.

El vestido de novia de Lady Diana es la estrella de esta muestra que ahonda en el proceso creativo detrás del vestido y en la historia personal de aquellos que contribuyeron a que estuviera listo para el gran día. En el taller, acompañaron a la pareja de diseñadores tres mujeres, Nina, Rose y Caroline, que después de intensas jornadas de trabajo entre telas y abalorios, asistieron a la boda para ver en directo cómo Lady Di lucía su preciada creación, de corpiño ajustado y mangas abullonadas adornadas con lazos y volantes de tafetán. La princesa de Gales eligió el diseño final de la prenda tras probarse varios modelos y revisar junto con su madre decenas de bocetos, un material que ahora se exhibe por primera vez después de décadas celosamente guardado para evitar que nadie copiara las técnicas.

Este secretismo marcó la creación del vestido, custodiado por la noche por guardias de seguridad que vigilaban de cerca a los periodistas acampados en el exterior del taller, al acecho de cualquier despiste que filtrara algún detalle de la prenda. La intriga incluso llevó a algunos curiosos a fisgonear en la basura del estudio en búsqueda de retazos y bocetos, una pericia que los diseñadores lograron frustrar tirando entre los desperdicios recortes y telas que no se correspondían con el vestido de Diana.

No obstante, el icónico vestido de Lady Di no es el único reclamo de esta curiosa exposición, ya que la muestra busca explorar la relación íntima entre los diseñadores de moda británicos y la familia real, revelando el proceso detrás de la creación de varias de las creaciones de alta costura más importantes de la historia de la realeza británica.

Así, se exhibe por primera vez un inusual toile que sobrevivió para el vestido de coronación de 1937 de la reina Isabel, la Reina Madre; consorte del rey Jorge VI. Creado por la diseñadora de la corte, Madame Handley-Seymour, modista favorita de la Reina, el vestido de satén de seda con sus emblemas nacionales dorados fue la elección perfecta para encarnar la continuidad en el comienzo de un nuevo reinado inesperado. Un patrón de trabajo a tamaño real del vestido terminado que presenta el impresionante diseño del bordado pintado a mano en él, resaltando la atención al detalle en la planificación para una ocasión estatal tan importante.

La exhibición también presenta artículos nunca antes vistos de los archivos de algunos de los modistos reales más famosos del siglo XX, junto con ejemplos de vestidos brillantes y elegantes sastrería creados para tres generaciones de mujeres reales. Bocetos originales, muestras de tela y fotografías inéditas de la Royal Ceremonial Dress Collection forman parte de la exhibición, demostrando los atributos únicos que cada modisto aportó al guardarropa real, junto con ejemplos de su trabajo más famoso.

La exposición, que estará abierta hasta el 2 de enero de 2022, también ofrece la oportunidad de contemplar otras piezas diseñadas para Lady Di, como el célebre conjunto de vestido y chaqueta rosas creado por David Sassoon, con quien intercambió cartas que ahora se exhiben en la muestra.

Asimismo conviven en esta muestra prendas diseñadas por Norman Hartnell, que definió el estilo de la Reina Madre con diseños innovadores como vestidos de falda ancha, inspirados en la época victoriana, o un glamuroso vestido de noche negro confeccionado con seda aterciopelada.

Otras de las piezas más notorias, rescatadas del baúl de la familia real, son una toile de Jouy del vestido de coronación de la Reina Madre, en 1937, obra de la modista Elizabeth Handley-Seymour, y un vestido de estilo georgiano diseñado por Oliver Messel para la princesa Magarita, hermana de Isabel II.

La exposición hilvana entre curiosas y asombrosas prendas el enrarecido mundo del atelier real, mostrando cómo algunos de los mejores diseñadores de Gran Bretaña han trabajado parandar forma a la imagen pública de la monarquía británica, impulsando asimismo la industria de la moda británica al escenario mundial.

Texto: El Atelier.
Fotos: Kesington Palace.
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